Magdalena Garczyńska

“En el trabajo nos acostumbramos a escuchar, a resolver problemas, a tomar decisiones juntos sin pensar de dónde eres. Ese mismo espíritu debe guiar al ayuntamiento”

Magdalena Garczyńska

El viaje de la ingeniera mecánica Magdalena a Tervuren comenzó cuando estaba esperando su primer hijo. Durante los últimos 15 años, ha sido testigo del crecimiento de la comunidad de Tervuren en casi un 10%.

"Son los pequeños cambios graduales que nuestra ciudad podría hacer los que mejorarían significativamente la calidad de vida. La integración, el fomento de las comunidades locales y la garantía de atención y bienestar de alta calidad para los jóvenes, los ancianos y aquellos que necesitan asistencia. Esas son cosas que Quiero ver más en Tervuren", afirma.

"La integración es crucial, pero no debemos olvidarnos de ayudar a las personas mayores y a aquellos sin fuertes vínculos familiares a mantenerse comprometidos", añade.

Conciliar un trabajo de tiempo completo y cuidar a tres hijos es un desafío para cualquiera. "Y como madre de niños pequeños y mayores, veo la necesidad de más apoyo aquí. Cuando llegué en 2009, sólo había dos parques infantiles. No ha cambiado mucho desde entonces", dice Magdalena. "Las actividades vacacionales también son limitadas y hay pocos espacios disponibles. Es necesario que haya más opciones para los adolescentes y los niños en edad preescolar", afirma.

Animar a todos a contribuir en la comunidad es otra prioridad para Magdalena. "El holandés es crucial para los niños en la escuela y para los amigos. Pero conseguir plazas para actividades en las que se hable holandés, especialmente durante el verano, sigue siendo un desafío", explica.

Magdalena, ingeniera, directora de proyectos y experta en relaciones públicas, también trabajó para un banco en Tervuren durante los desafiantes cierres de Covid. "En el trabajo nos acostumbramos a escuchar, a resolver problemas, a tomar decisiones juntos sin pensar de dónde eres. Ese mismo espíritu debe guiar al ayuntamiento", afirma.