Richard Kelder

Mudarse a Bélgica en 2011 fue una "emigración ligera" para Richard. "El idioma y la cultura son muy similares a los de los Países Bajos. Son esas sutiles diferencias las que al principio te hacen tropezar. Pero al cabo de unos años me convertí en belga. En teoría, no puedo volver a ser flamenco", dice. Después de estudiar derecho internacional y europeo, Richard es ahora director de un importante departamento jurídico.

Siempre interesado en la política, involucrado intermitentemente en varios partidos, Richard nunca encontró la pareja perfecta hasta que se unió a Volt "hace una o dos elecciones". Para él, un factor decisivo fue cómo debía abordar la política los grandes problemas que enfrentaban Flandes, Europa y el mundo. Richard también está convencido de que las cosas no mejorarán por sí solas a menos que actuemos nosotros mismos.

"Muchos problemas se han vuelto transfronterizos. Pensemos en el cambio climático o en garantizar que las multinacionales paguen impuestos justos. Simplemente no podemos resolver esos problemas en Flandes, o incluso a nivel belga. Europa es el mejor lugar".

¿Tiene Richard alguna posibilidad en Vlaams-Brabant haciendo campaña contra partidos tradicionales con mucho dinero, que también presentan como candidatos a hijos e hijas de ex primeros ministros? "Todos los partidos afirman que están orientados a la familia, a sus propias familias. Eso es completamente injusto, nepotismo. Volt no es así. Queremos incluir a todos".